“Llámame Mutante”, pieza musical de Diego Siqueiros y Aníbal Gámez, se estrenó en el doceavo Encuentro de Diversidades
El patio del Museo de Arte fue el escenario perfecto para el estreno de la pieza musical “Llámame Mutante”, en el inicio de doceavo Encuentro de Diversidades, y que pretende convertirse en el himno de la comunidad LGBTTI+, pero también es una melodía que invita a crear comunidad, independientemente del género, religión o visión política. Desde noviembre de 2021, el compositor Diego Siqueiros y el activista Aníbal Gámez se reunieron para trabajar en la creación de la canción teniendo como resultado este trabajo.
Diego Siqueiros comparte que la pieza “representa un mensaje de esperanza, de fuerza, un mensaje que nos unifica como comunidad, pero que también integra a cualquier persona, independientemente de la generación, inclusive por encima de sus preferencias sexuales. Evidentemente fue un tema pensado para quienes integramos a la comunidad, pero definitivamente alberga a cualquier persona que esté con la mente abierta y con los oídos también dispuestos para escuchar un mensaje alentador”.
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Los autores de la obra integraron no sólo vivencias personales, sino también los contextos históricos y sociales de su entorno, compartiendo así experiencias personales.
El compositor dice que para esta pieza “comenzamos a experimentar tanto con la música con la lírica a partir de la experiencia que tiene Aníbal Gámez como activista. Buscábamos que fuera un mensaje muy claro y que fuera un llamado definitivamente a la acción, a liberarse, a mirarse enfrente del otro para saberse que no se encuentra uno solo, sino que habemos muchos en el camino”.
Sobre el mensaje del himno, el autor dice: “sin tirarnos al drama, sin hablar desde la herida, estamos mandando un claro mensaje de que existimos, de que no estamos solos, de que no queremos pelear con nadie, únicamente pretendemos vivir en armonía con todas aquellas personas que podamos compartir en la vida. Ese es el propósito fundamental”.
La composición
En un primer momento, la obra fue escrita en piano y voz, con una melodía emotiva, dramática con un juego de acordes mayores, sostenidos, bemoles.
“El arreglo como ya lo están escuchando ahora, primero se hizo con cuerdas, para darle más dramatismo y una emotividad mucho más puntual. Y para darle esta frescura a la generación que somos ahora, decidimos incluir un arreglo con guitarras eléctricas, bajo y batería. Toda la instrumentación es muy orquestal, con un toque muy fresco”.
Diego Siqueiros es intérprete, compositor, actualmente tiene un proyecto fusión de música de Portugal y México. Su formación tiene un amplio espectro hacia la comunicación, la filosofía, y recientemente como activista de los derechos de la comunidad LGBTTI.